Fronteras de Buenos Aires


Debajo de un puente, a su inalterable sombra, un policía, una publicidad y una provisoria habitación.


El flujo de transeúntes decae por la noche. Nunca el del tránsito superior...


El peatón, el auto y el viento pasan...

Buenos Aires turística



Video realizado por la Subsecretaria de Turismo de la Ciudad de Buenos Aires.

Buenos Aires inundada







Barrio Parque cumple 100 años


Tránsito en sordina, apagado en las veredas de frondosos árboles que mitigan el calor de enero; quietud y perfume de jazmines: Barrio Parque, 100 años. Un oasis porteño en el que conviven sedes de embajadas y consulados (más de una decena), residencias de ricos y famosos, petit-hotel en cada cuadra y casas estilo Tudor entre enredaderas (casi no hay medianera y frente desnudos). 

El barrio fue diseñado por el paisajista francés Carlos Thays (el mismo que proyectó los parques más representativos de la Ciudad y quien ordenara plantar más de 150 mil árboles en calles porteñas), a pedido del intendente Manuel Güiraldes. La idea original fue replicar en aquellos terrenos que se usaban como cultivo un barrio parque, de casas con jardines delanteros, típicos de postales francesas . Y el proyecto concluido en diciembre de 1912 trascendió con creces sus aspiraciones. Hoy es un pulmón verde, dominado por árboles y plantas que crecen de manera exhuberante; y la enorme mayoría de las casas conservan los jardines delanteros que Thays imaginó .

A lo largo de los años este rincón de la Ciudad –no posee nombre oficial– se llamó Grand Bourg, el barrio de “Las Ranas”, Palermo Chico y Barrio Parque. Cuentan algunos historiadores urbanos que los terrenos pertenecieron a Juan Domínguez Palermo, vecino poblador de la primera Buenos Aires, fundada por Juan de Garay en 1580. Más de dos siglos después pasaron a manos de Juan Manuel de Rosas. El caudillo tuvo en lo que hoy es el barrio de Palermo unas 500 hectáreas y en los terrenos de Barrio Parque habría mandado a construir la casa de quien fuera el jefe de la guardia nocturna de Buenos Aires, Nicolás Mariño. Casi a diario, mantenían correspondencia de “Palermo Grande” a “Palermo Chico”. Cuando muere Mariño, Rosas escritura la casa a nombre de la viuda.

El barrio mutó de nombre y el estilo de las edificaciones también cambió con el paso de los años. En sus inicios se pobló de casas de los trabajadores del ferrocarril (muchos  ingleses). Aún se pueden ver algunas construcciones sencillas y muy típicas de barrios de clase media, como una que se mantiene original en la calle Juez Tedín al 3000, incluso sin rejas en el frente. Más tarde, se fue poblando por familias aristocráticas y así comenzó la construcción de los petit-hotel y las residencias de estilo Tudor. En medio, algunas casas racionalistas (como la de Victoria Ocampo, en Rufino de Elizalde al 2800), algunas eclécticas (como la ubicada en Juan Mora Fernández al 2900) y otras de corte netamente moderno, quizá un poco fuera lugar. Lo cierto es que el barrio –como conjunto patrimonial– no está protegido.

Uno de los edificios más emblemáticos es el Palacio Alcorta, inaugurado en diciembre de 1928 y que fue sede de la Chrysler en Argentina. En 1994 fue reciclado para viviendas y oficinas. Fue sede del Museo Renault y hoy tiene locales en la planta baja.

El barrio, como todos, tiene sus problemas. Sin grúas ni agentes de tránsito, es también playa de estacionamiento de la gente que trabaja por la zona e incluso de remiseros, quienes descansan allí entre viaje y viaje. Y al haber espacio para dejar el auto, también hay trapitos. Además, como sucede en otras zonas menos sofisticadas, se construyeron edificios de seis y siete plantas que rompen la estética de barrio de casas bajas. Hay también muchas veredas onduladas y destrozadas por la presión que ejercen las raíces de los árboles. Cercos electrificados, cámaras y garitas marcan que la inseguridad es también aquí un tema de preocupación para los vecinos.

Puerto


Hoy hay en el puerto de Buenos Aires 15 buques de ultramar: cuatro de bandera liberiana, tres panameños, dos de Singapur, dos de Hong Kong, uno de Malta, uno alemán, uno italiano y uno argentino.

Noche de Librerías


Como cada año, desde hace seis (2007), la avenida Corrientes (entre Callao y Talcahuano) se hizo peatonal para dar lugar a la “Noce de Librerías”. Organizado por los Ministerios de Desarrollo Económico y Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, el evento reúne gran cantidad de público en actividades como mesas redondas, narraciones orales, proyecciones, presentaciones de libros, musicalización y bailes (entre otras).

Así pueden verse las librerías de la avenida Corrientes atestadas de público consumidor, livings en pleno asfalto de la avenida, escritores entre lectores, dibujantes, manteros, fotógrafos, bailarines, disfraces, estatuas vivientes, cantantes, pintores…


Una fachada que, sin dudas, aumenta la recaudación de las librerías en fecha navideña de manos de un público no lector que queda expuesto al (solapado) aumento de precios de las mismas librerías que sólo se desigualan de la rutina al sacar mesas a la calle con carteles de (falsas) ofertas.


La lectura es un hecho solitario que muy lejos queda de la ruidosa Corrientes porteña, donde pudo verse público joven deleitándose con Gonzalo Garcés (escritor joven) “improvisando” en vivo, con Claudia Piñeyro (escritora joven) respondiendo preguntas o Julieta Venegas haciendo algunas canciones.


Valga recordar que las librerías de la avenida Corrientes dejaron de ser lo que fueron hace más de diez años y que sólo el 20% de ellas son dignas de visita.

Buenos Aires inundada


38 milímetros en media hora y un total de 74 milímetros de lluvia, produjeron la inundación de Cabildo y Blanco Encalada (foto) donde flotaron autos.

Palermo (donde un árbol cayó sobre un auto), Villa Ortuzar, Caballito, Barrio Norte y Retiro también sufrieron anegamiento de calles y agua entrando a viviendas y comercios.

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